QUE CONTROL TIENE SOBRE NOSOTROS COMO JÓVENES?

Muchas personas, no solo adolescentes, si no también personas mayores, o incluso menores, han tenido ideas erróneas respecto a muchas cosas debido a los medios de comunicación parciales. 

Un claro ejemplo es el movimiento anti Peña Nieto, a continuación un breve resumen.

El Anti-Peñismo: movimiento social de los jóvenes.

Iniciado hace unos días en el recinto de la Universidad Iberoamericana de México y alimentado a través de las redes sociales, ha surgido de pronto, exactamente a la mitad del proceso electoral, un movimiento social eminentemente joven en contra de la candidatura del priísta Enrique Peña Nieto.

 los participantes tienen especial interés en reconocerse como estudiantes, como jóvenes, no como militantes de partido alguno ni seguidores de algún líder en especial; en las marchas participan, del brazo, estudiantes de instituciones públicas y privadas, hecho que no es desdeñable en virtud de las divisiones de clase e ideológicas que existen entre ellas y que en mucho han contribuido a deteriorar a la educación superior del país.

Además, su objetivo es exponer la irritación que un buen porcentaje de la población juvenil siente por el hecho de saber que el candidato priísta tiene altísimas posibilidades de convertirse en el próximo presidente a pesar de que carece tanto de las habilidades y aptitudes propias de un estadista como de la calidad moral para asumir el cargo.

No lo expresan abiertamente pero no es difícil deducirlo de sus protestas, les da rabia saber que, no obstante, una mayoría de electores no encuentre problemático encumbrar a la presidencia a un sujeto como Enrique Peña Nieto. Los jóvenes, pues, trinan contra Peña Nieto y contra quienes quieren hacerlo presidente, población adulta presumible.

Finalmente, sus quejas fundamentales están dirigidas contra el PRI y el PAN y las televisoras del país. Así pues, los marchantes son jóvenes universitarios irritados que, con cierta inocencia y mucha ignorancia, suponen que México tomará, ahora sí y de manera definitiva, el rumbo de la democracia y el desarrollo si PRI y PAN dejan de controlar la política y Televisa y Televisión Azteca la información.

El anti-peñismo es, en su superficie, una expresión de inconformidad con el estado de cosas existente y un grito que exige a México atreverse, decidirse a ser, ya y para siempre, diferente. El anti-peñismo cuestiona al país: ¿por qué hacer presidente a alguien que evidentemente no sólo no tiene la capacidad para serlo sino que representa lo más vergonzoso del pasado priísta? El hecho de que Acción Nacional haya sido incapaz de transformar al país en el sentido en que se le encomendó, parecen preguntar los jóvenes ¿significa que tenemos que dar marcha atrás? ¿No tenemos otra salida?

Pero el anti-peñismo es, en la medida que es una respuesta crítica al peñismo, la expresión clara de las contradicciones del país. El peñismo es resultado no sólo, como lo quieren ver los jóvenes inquietos, y en buena medida también López Obrador, producto, por un lado, de la corrupción política que domina y da vida al sistema partidario del país y del que no está exento ninguno de sus integrantes y del control mediático ejercido, mayoritariamente, por Televisa, por otro. El peñismo es también resultado de un sistema económico y jurídico construido sobre bases de contubernios e ilegalidades que han dado forma a un país de apariencia sólida pero de raíces endebles.

Una coalición orientada a satisfacer las inquietudes de los jóvenes que, en realidad, son las inquietudes de todos los mexicanos que deseamos que nuestro país deje de repetirse y reproducirse, que nuestro país se demuestre a sí mismo que su potencial puede llevarlo a tomar nuevas formas, distintas y mejores.

tomemos en cuenta que para las próximas elecciones nosotros ya estaremos votando, y no podemos permitir que algún medio de comunicación con ideas parciales nos haga tener otra forma de pensar, y no solo con las ideas políticas, si no también con la religión, moda, etc. 

así que piénsenlo bien chicos, ustedes que quieren realmente?